PERIODO INTERBELICO 1919 a 1939


En los años posteriores a la 1° Guerra Mundial, el panorama político fue cambiando.  El ejemplo soviético y la inestabilidad económica hacían temer intentos revolucionarios. El liberalismo se mantuvo en países de fuerte tradiciones democráticas, como Inglaterra y Francia.  Por el contrario, en los países de débil tradición democrática como Alemania e Italia se implantaron dictaduras de derecha, fuertemente nacionalistas.  Surgió en Italia en el año 1921 bajo el liderazgo de Benito Mussolini, y culminó en el año 1945 con el fin de la segunda guerra mundial. Por extensión, se usa el término de “fascista” a las tendencias políticas que ponen en práctica algunas de las características propias del fascismo.
La derrota de Alemania en la 1ra Guerra y las duras condiciones impuestas por los vencedores en el Tratado de Versalles humillaron y frustraron al pueblo alemán. En 1932 llegan los efectos de la “crisis del ´29” para Alemania, desempleo masivo y una imparable inflación, provocan que el Partido Nacional-Socialista Alemán (“nazi” en alemán) aumenta sus afiliados y logra representación parlamentaria.  El Partido Nazi recibió los mismos apoyos sociales que los fascistas en Italia, fueron los grandes capitalistas de la industria pesada alemana que financiaron el ascenso del nazismo. Fue así que, en 1933 Adolfo Hitler (1889-1945) de origen humilde y austriaco, se convierte en Canciller por 4 años.
En febrero de 1933, fue incendiado el parlamento, de lo cual se acusó a los comunistas, pero en realidad fue planificada por los nazis para iniciar la persecución y posterior envío de opositores a campos de concentración.
En julio de ese año, el Partido Nazi se convirtió en el único partido político y comienza la “depuración” , sirviéndose de las SS (cuerpo selecto nazi) eliminando los opositores y contando con el apoyo sin reservas de la derecha conservadora y del ejército.
Durante el gobierno de Hitler, asumido tras la muerte del Primer Ministro, Alemania conoció años de resurgimiento y expansión: puso en marcha un programa de reconstrucción económica que logró eliminar el desempleo. Una razón de disminución del desempleo fue el aumento de los efectivos del ejército; Versalles permitía solo 100.000 efectivos pero en 1936 se contaba con 1.500.000 efectivos militares en el ejército alemán.

a. “Si se divide a la humanidad en tres categorías de hombres: creadores, conservadores y destructores de la cultura, tendríamos seguramente como representante del primer grupo sólo al elemento aria. Él estableció los fundamentos y las columnas de todas las creaciones humanas [...]
Se hallaba precisado con claridad el camino que tenía que seguir el ario. Sometió, como conquistador, a los hombres de raza inferior, reguló bajo sus órdenes el trabajo de éstos conforme a su voluntad y de acuerdo con sus fines. Mientras el ario mantuvo sin contemplaciones su posición señorial fue no sólo realmente soberano, sino también el conservador y propagador de la cultura.
La mezcla de sangre y, por consiguiente, la decadencia racial son las únicas causas de la desaparición de viejas culturas, ya que los pueblos no mueren por consecuencia de guerras perdidas, sino debido a la anulación de aquella fuerza de resistencia que sólo es propia de la sangre incontaminada.”                                                       (HITLER, Adolfo. “Mi lucha”, en D´ELÍA, G. “Historia contemporánea”, p.154-155)




El "Duce" Mussolini y el Fuhrer Hitler

En Italia, el clima de posguerra fue decisivo para que se expandiera una oleada de violencia. La sensación de derrota en Versalles, al frustrarse las esperanzas de ganar más territorios, la crisis económica y el descontento social fueron factores fundamentales para el ascenso del fascismo al poder.

En clima de auténtico poder, Benito Mussolini  (1882-1945) convocó a sus partidarios del fasci di combattimento de todo el país a Roma para llegar al gobierno. La “Marcha sobre Roma” en octubre de 1922, marcó el nacimiento de la Italia fascista. En principio, el fascismo gobernó valiéndose de las leyes, pero entre 1925 y 1926 el gobierno se encaminó hacia una dictadura completa. Suprimiendo libertad de prensa, de los partidos “antinacionalistas”, se persiguió a los políticos opositores en un clima de violencia y temor permanentes.
La política del gobierno de Mussolini no estuvo elaborada de antemano, se fue modificando a medida que las circunstancias lo requerían. Al comienzo trató de tener buenas relaciones con las democracias europeas, se integró a la Sociedad de Naciones. Pero hacia 1932, comenzó a desarrollar una política expansionista y consolida su alianza con la Alemania de Hitler, quedando bajo el poder de un dictador mucho más poderoso, y finalmente siendo absorbido gradualmente por el dictador alemán.
 A.  “La violencia no es inmoral. Algunas veces es incluso moral. Negamos a nuestros enemigos el derecho a lamentarse de nuestra violencia [...] yo no creo en la paz perpetua; más aún, la creo deprimente y negadora de las virtudes fundamentales del hombre, que sólo en el esfuerzo cruento se revelan a la plena luz del sol. [...]”
(MUSSOLINI, B. “El espíritu de la revolución fascista”, en D´ELÍA, G. “Historia contemporánea”, p.146-147)

B.    “Sólo los italianos pueden decirse, entre todos los pueblos, descendientes legítimos de Roma. [...] El Estado Fascista es una voluntad de potencia y de imperio. La tradición romana es para nosotros una idea de fuerza. [...] Nación que directa o indirectamente guíe a las demás naciones [...] Los pueblos que surgen o resurgen son imperialistas mientras que los que renuncian, mueren. [...]”                   (MUSSOLINI, B. “El espíritu de la revolución fascista”, en D´ELÍA, G. “Historia contemporánea”, p.148)

ALGUNOS INTERPRETACIONES DE LOS HISTORIADORES:

El fascismo y el nacionalismo nacieron de la guerra. Fueron, en primer lugar, una reacción de humillación ante la derrota.  Expresaron también la desorientación de los antiguos combatientes, en quienes la guerra dejó una profunda huella… EL fascismo y el nacionalismo nacieron de la miseria y de la crisis, de la desocupación y del hambre. Aparecen en su origen como movimientos de desesperanza y de rebeldía contra el liberalismo…por eso Goebbels afirma que el nacionalismo es el verdadero socialismo. Es evidente que fueron declaraciones tácticas y verbales solamente.  A pesar de su pretensión de realizar el verdadero socialismo, ni el fascismo ni el nacionalismo menoscaban en lo más mínimo el poder de la oligarquía y del gran capital; por lo contrario, los industriales del Ruhr y de la Lombardía y los grandes terratenientes italianos no escatimaron su apoyo a Hitler y a Mussolini. El fascismo y al nacionalismo se nos presenta como dictaduras conservadoras”.                                                                      Touchard, J.  Historia de la ideas políticas 




Hitler “en su primer discurso como canciller, el 10 de febrero de 1933, Hitler sostuvo que no iba a hacer ninguna promesa, porque no tenía programa alguno que presentar, sino que esperaba que la recuperación de la economía
vendría por la fuerza de la voluntad, actuando de acuerdo con las leyes eternas de la tierra y de la sangre.
Se había hecho conceder, además, una nueva celebración de elecciones, el 5 de marzo de 1933, las primeras a las que podía enfrentarse contando con los privilegios del poder.    Los nazis comenzaron a prepararlas a partir de su
control de la policía, destituyendo a los jefes que no les resultaban afines, a la vez que actuaban contra las organizaciones de izquierda con la creación de una «policía auxiliar» voluntaria en la que se integraron cincuenta mil
miembros de las SS, de las SA y del grupo paramilitar de los Stahlhelm, que veían así legalizada la práctica de la violencia”  
Es mentira, por tanto, que Hitler consiguiera el acceso al poder por el voto popular —en realidad era consciente de que su apoyo electoral comenzaba a decaer—, sino que lo hizo con el consentimiento de un parlamento del que estaban ausentes la mayor parte de los diputados de izquierda, expulsados de él por el terror policíaco. Desde aquel momento el
Reichstag se convirtió en un mero elemento decorativo, que le renovó los poderes excepcionales en 1937, 1939 y 1943, y que en los seis años que transcurrieron hasta el inicio de la guerra no llegó a votar más que siete leyes”.   Josep Fontana, El siglo de la Revolución, pag 220-223


El fascismo se formó como ala extremista de la reacción que en 1919 se alzó contra los inicios revolucionarios socialistas siguientes a la I Guerra Mundial. Tanto en Alemania como en Italia, los grupos de choque de los movimientos fascistas estaban integrados en su mayoría por ex combatientes que no eran capaces de reintegrarse a la vida civil, no consiguieron seguir alistados en las fuerzas armadas. Estas fuerzas procedentes de todas las capas sociales de la clase media y superior, socialmente amenazadas y desclasadas tras la conflagración y la crisis desencadenada en 1918, [...]
[...] las autoridades policiales locales y regionales se mantenían neutrales frente a las llamadas “expediciones de castigo” de los fascistas, y a menudo colaboraban con ellas. Por su parte, los terratenientes y magnates de la industria defendían sus intereses de propiedad y lucro al asegurar de forma económica y material las acciones de los fascistas. El movimiento fascista se vio rápidamente incrementado por las capas sociales medias del campesinado y la pequeña burguesía. [...]”
(BOCK, Hans-Manfred. “El fascismo” en Ciencia Política N.16: Los modelos de dominación pública, Montevideo, F.C.U., p. 77-78)


A tan solo 20 años de la tragedia que significó la 1°Guerra Mundial (1914-1918) el mundo se veía enfrentado a otra encrucijada.  irónicamente, esas dos décadas no son identificadas como un tiempo de paz sino como un periodo interbélico. La paz solo había sido una expresión de deseo.
No hay dudas para los historiadores que la guerra comenzó  (1 de setiembre de 1939) debido al expansionismo alemán liderado por Hitler y se amplió con la alianza de Alemania con Italia y con Japón. Lo que dividía a los bandos enfrentados fueron las ideologías; el conflicto se desarrolló entre nazi-fascismo y los que se oponían a él, el liberalismo democrático y el socialismo soviético.

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